Ensayo final

El ensayo final será entregado el día 10 de junio a las 6 de la tarde. Estaré media hora, cerca de la fuente de la primera sección de la Biblioteca Samuel Ramos.

A manera de recordatorio, enlisto a continuación las notas formales del documento:

  • El texto deberá responder a la pregunta por las condiciones de posibilidad de transformación de la hegemonía.
  • Extensión mínima de 3200 palabras. En caso de no contar con los seis trabajos que correspondían al desarrollo del curso (3 bitácoras y 3 resúmenes), podrá ser suplida esta falta por un aumento en la extensión: 500 palabras adicionales por cada uno. En ningún caso deberá exceder el ensayo las 6200 palabras.
  • Título adecuado al contenido
  • Sin portada
  • Márgenes: superior 3cm; inferior 3cm; izquierdo 2 cm; derecho 4 cm
  • Letra tipo FreeSerif, FreeSans, Liberation, Arial o Times News Roman.
  • Tamaño de letra: 12 puntos
  • Interlineado doble
  • Forma de citación: pie de página con ficha completa
    (consultar el texto de U. Eco, Cómo se hace una tesis, cuadro 1 de la sección III.2.3)
  • Hojas sin engrapar. Utilizar un clip
  • Impresión por un solo lado
  • Páginas tamaño carta, numeradas
  • Especificar al final del documento el número de palabras (únicamente del texto, sin incluir título(s), nombre del autor, notas al pie ni bibliografía)
  • Anexar esquema aprobado o con modificaciones.
Atención: también deberán ese mismo día compartir conmigo en el servicio de Google una copia del ensayo.

Luchas hegemónicas: prácticas de resignificación ‣ Bitácora de Yatzín Domínguez

Bitácora de la sesión del 24 de mayo de 2013. Texto estudiado: Stuart Hall, Sin garantías, Trayectorias y problemáticas en estudios culturales, Lima/Popayán/Bogotá/Quito, Envión, 2010, capítulos 8 y 9, pp.193-254. Versión de Yatzín Domínguez Ordaz


A lo largo de la clase se desarrolló el planteamiento de cómo los significados marcan cierto control en los significantes y por tal, estos últimos son relativos.  Y para esto se inició con el significante: negro, que nos remite a fuerza física, subordinado, esclavo, inferior,  insensible, y que por naturaleza es esclavo, utilizando los términos de Aristóteles, dado que su habilidad es la fuerza física, y como la sociedad se rige por la inteligencia, éste por naturaleza debe estar subordinado de aquel que emplea su inteligencia. El negro será esclavo respecto de aquel que sí utiliza su raciocinio.

El significante constantemente está en desplazamiento; es por eso que el objetivo de la hegemonía es mantener el significado de los significantes en cierto margen de control, justo por esa inestabilidad: el término negro pudo, no obstante, ser resignificado. Gracias a esta resignificación ya no solo puede aplicar a esos contenidos tradicionales, sino que ahora ser negro implica orgullo, porque ser negro significa haber luchado contra la esclavitud. Los movimientos de black-power reivindican a la negritud no como un defecto sino como una virtud, lo cual es posible porque este significante no tiene enquistado de manera eterna el hecho de ser subordinado. El desplazamiento continuo de los significantes (signos) quiere decir que cualquier término es objeto de una posible reapropiación de otros grupos y en consecuencia, será que aquellos que están siendo beneficiados por una manera de entender ese término van a luchar para que ese espectro de significación les favorezca. En suma, ningún término per se es negativo o positivo, sino que su valoración y sentido es consecuencia de una lucha.

Al finalizar esta pequeña introducción, se dictaron los cuatro puntos a tratar durante el resto de la clase:
  1. La recepción de los mensajes de los medios
  2. El estructuralismo en los medios (cómo hacer que las cosas signifiquen)
  3. Desarticular, desplazamiento continuo

1. Puede haber influencia o no para la constitución de una hegemonía. Los medios electrónicos masivos, que son consecuencia de la masificación propia después de la entrada de la Revolución Industrial, por el aumento de la población, se generaron precedentes en la historia de la humanidad: la cultura de masas, que requirió, para su coordinación y su efectivo comportamiento, de los medios adecuados, requirió de un impacto masivo para esa sociedad masificada. Ese impacto implicó la creación de medios masivos de comunicación.

La manera de leerlo será que frente a una afirmación dada esperamos un cierto efecto,  estos buscan aislar e incidir en el público, este fue el primer acercamiento de los medios hacia las masas, y en él era posible decidir, pero algunas veces éste era insuficiente. Ya que no éramos objetos simplemente de un solo flujo, de solo una influencia, sino que teníamos varias que jalaban en direcciones distintas. Este acercamiento concluía que los medios simplemente refuerzan la opiniones que ya tenemos, y que no generan otros comportamientos. Los medios masivos lo que nos muestran es que en efecto vivimos en una sociedad plural, y que estamos en constante interacción, y que no existe el pensamiento único, sino que estamos abiertos a creer lo que nosotros queramos ya que vivimos en una sociedad plural. Da entonces la impresión de que los sujetos no son simplemente pasivos ante los medios, sino que readaptan y resignifican lo que los medios le dicen, porque los individuos tienen distintos intereses y en esa medida aquello que nosotros atendemos también será distinto. Esta perspectiva anticonductista lo único que logra, es reforzar la idea de que yo puedo escuchar lo que yo quiera. De tal manera lo que nos muestra el pluralismo es que los medios simplemente refuerzan y fortalecen mis propias preferencias ya anteriores a los flujos de los medios.

El primer planteamiento, el de una influencia directa del medio sobre el individuo, se cae por sí solo ya que es imposible determinar que una única variable impactara sobre el comportamiento, y la refutación de ese planteamiento sería con el pluralismo de los medios. La consecuencia teórica del pluralismo de los medios es que, en todo caso, fuimos influidos por varios medios, eso quiere decir que hay apertura y que ellos solo fortalecen una opinión ya dada.

Stuart Hall, Ideología y medios ‣ Resumen de Melisa Aguilar

Stuart Hall, «El problema de la ideología: el marxismo sin garantías» y «El redescubrimiento de la “ideología”: el retorno de lo reprimido en los estudios de los medios» en Sin garantías, Trayectorias y problemáticas en estudios culturales, Lima/Popayán/Bogotá/Quito, Envión, 2010, capítulos 6 y 7, pp.133-192. Síntesis y resumen de Melisa Araceli Aguilar Quevedo



En los capítulos 6 y 7 de su obra Sin garantías, Stuart Hall plantea los problemas de la ideología en una visión marxista que permita hacer una lectura de lo que vale la pena y debe seguir presente. Hace un análisis del significado de ideología y de las diferentes concepciones que ha tenido a través del modelo y las críticas marxistas y, tras proponer que el problema de la ideología se relaciona con los conceptos y lenguajes del pensamiento, menciona la relación de la ideología con el lenguaje (significados y significantes) y las consecuencias, la manera en que las ideas logran convertirse en “fuerza material” y cómo ayudan a estabilizar la dominación. También analiza la articulación y desarticulación discursiva en la lucha ideológica. Además del lenguaje hace un estudio sobre los medios de comunicación y su participación en la sociedad, de lo que concluye que son “aparatos ideológicos del Estado”.

El problema de la ideología: el marxismo sin garantías


Lo que quiero hacer, es colocar los debates sobre la ideología en el contexto más amplio de la teoría marxista en general. También quiero plantear el tema como un problema general: un problema de teoría, de política y de estrategia. Quiero identificar las debilidades y limitaciones más reveladoras en las formulaciones marxistas clásicas sobre la ideología para así evaluar lo que se ha ganado, lo que merece perderse y lo que tiene que ser conservado —y quizás repensado— a la luz de las críticas.

Pero, primero, ¿por qué el problema de la ideología ha ocupado en los últimos años un lugar tan prominente dentro del debate marxista? Perry Anderson, en su recorrido magistral de la escena marxista de Europa occidental, señaló la preocupación intensa en estos círculos por problemas relacionados con la filosofía, la epistemología, la ideología y las superestructuras.

Claramente consideraba esto una deformación en el desarrollo del pensamiento marxista. El privilegio dado a estas cuestiones en el marxismo —argumentó— refleja el aislamiento general de los intelectuales marxistas de Europa occidental con respecto a los imperativos de la lucha política y organización de las masas; su divorcio de las “tensiones controladoras de una relación directa o activa con una audiencia proletaria”; su distancia de “la práctica popular” y su sometimiento continuado al predominio del pensamiento burgués. Esto había resultado —argumentó— en una desvinculación general con respecto a los temas y problemas clásicos del Marx maduro y del marxismo. La preocupación excesiva por lo ideológico podría tomarse como un signo elocuente de esto.

Creo que debemos rechazar cualquier insinuación de que, si no fuera por las distorsiones producidas por el “marxismo occidental”, la teoría marxista podría haber proseguido cómodamente su camino designado, siguiendo el programa establecido: dejando el problema de la ideología en su lugar subordinado, de segunda categoría. El ascenso a la visibilidad del problema de la ideología tiene un fundamento más objetivo.

Primero, los desarrollos recientes que han tenido lugar en los medios por los cuales la conciencia de masas se forma y se transforma: el crecimiento enorme de las “industrias culturales”. Segundo, los asuntos preocupantes del “consentimiento” masivo de la clase obrera respecto al sistema en sociedades capitalistas avanzadas en Europa y, por consiguiente, su estabilización parcial, ambos en contra de lo que se esperaba. Por supuesto, el “consentimiento”, aunque no puede ser separado de los mecanismos de la ideología, no se mantiene sólo a través de ellos. También refleja cierta debilidad teórica real en las formulaciones marxistas originales sobre la ideología. Y arroja luz sobre algunos de los asuntos más críticos en la estrategia política y la política del movimiento socialista en sociedades capitalistas avanzadas.

Stuart Hall, Ideología y medios ‣ Resumen de Lucía Luengas

Stuart Hall, «El problema de la ideología: el marxismo sin garantías» y «El redescubrimiento de la “ideología”: el retorno de lo reprimido en los estudios de los medios» en Sin garantías, Trayectorias y problemáticas en estudios culturales, Lima/Popayán/Bogotá/Quito, Envión, 2010, capítulos 6 y 7, pp.133-192. Resumen y síntesis de Lucía Luengas García


En «El problema de la ideología», Stuart Hall menciona cuál es el problema de la ideología: realiza un recuento de cómo se construye este concepto y quiénes son los primeros en emplearlo como tal. Menciona algunas de las malas interpretaciones que se han hecho del trabajo de Marx y Engels.

En «El redescubrimiento de la “ideología”», menciona Hall cómo es que los medios influyen en la reproducción de la ideología, y cómo mantienen la hegemonía. Los discursos y muchas otras acciones, como tal, no demuestran que los medios manipulen a la población. Pero que en realidad, sólo muestran que ellos son partícipes de tales cosas. Analiza entonces el autor algunos efectos que tienen los medios de comunicación y es así como llega a la conclusión de que es posible una alternativa, a pesar de este bombardeo de intereses, disfrazado de “noticias” e “información interesante”.

El problema de la ideología. El marxismo sin garantías


En las últimas dos o tres décadas, la teoría marxista ha pasado por un resurgimiento excepcional, aunque desequilibrado e irregular. Por un lado, ha vuelto a proporcionar el polo principal de oposición al pensamiento social “burgués”. Los postmarxistas usan conceptos marxistas mientras demuestran constantemente su insuficiencia. En realidad, parecen seguir apoyándose en los hombros que construyeron las teorías que acaban de destruir en forma definitiva. Lo que quiero hacer, en cambio, es colocar los debates sobre la ideología en el contexto más amplio de la teoría marxista en general. También quiero plantear el tema como un problema general: un problema de teoría, de política y de estrategia.

Pero, primero, ¿por qué el problema de la ideología ha ocupado en los últimos años un lugar tan prominente dentro del debate marxista? Perry Anderson (1976), en su recorrido magistral de la escena marxista de Europa occidental, El privilegio dado a estas cuestiones en el marxismo —argumentó— refleja el aislamiento general de los intelectuales marxistas de Europa occidental con respecto a los imperativos de la lucha política y organización de las masas. La teoría marxista podría haber proseguido cómodamente su camino designado, siguiendo el programa establecido: dejando el problema de la ideología en su lugar subordinado, de segunda categoría. El ascenso a la visibilidad del problema de la ideología tiene un fundamento más objetivo.

Primero, los desarrollos recientes que han tenido lugar en los medios por los cuales la conciencia de masas se forma y se transforma: el crecimiento enorme de las “industrias culturales”. Segundo, los asuntos preocupantes del “consentimiento” masivo de la clase obrera respecto al sistema en sociedades capitalistas avanzadas en Europa y, por consiguiente, su estabilización parcial, ambos en contra de lo que se esperaba.

El problema de la ideología es dar cuenta, dentro de una teoría materialista, de cómo surgen las ideas sociales. Necesitamos entender cuál es su papel en una formación social particular, así como para configurar la lucha por cambiar la sociedad y abrir el camino hacia una transformación socialista de la sociedad.

Por ideología me refiero a los marcos mentales —los lenguajes, los conceptos, las categorías, la imaginería del pensamiento y los sistemas de representación— que las diferentes clases y grupos sociales utilizan para entender, definir, resolver y hacer entendible la manera en que funciona la sociedad.

En esta perspectiva más politizada, la teoría de la ideología nos ayuda a analizar cómo un grupo particular de ideas llega a dominar el pensamiento social de un bloque histórico, en el sentido de Gramsci; y, de esta manera, ayuda a unir tal bloque desde dentro, así como a mantener su predominio y liderazgo sobre la sociedad. El problema de la ideología está especialmente relacionado con los conceptos y los lenguajes del pensamiento práctico que estabilizan una forma particular de poder y dominación; o que reconcilian a la masa del pueblo con su lugar subordinado en la formación social y la acomodan en él.

El enfoque convencional de los medios de comunicación ‣ Bitácora de Melisa Aguilar

Bitácora de la sesión del 22 de mayo de 2012. Texto estudiado: Stuart Hall, Sin garantías, Trayectorias y problemáticas en estudios culturales, Lima/Popayán/Bogotá/Quito, Envión, 2010, capítulos 6 y 7, pp.133-192. Versión de Melisa Araceli Aguilar Quevedo.


Ronda de preguntas


1. ¿A que se refiere el autor con que la determinación “es la única base de un ‘marxismo sin garantías finales’” y qué es una “determinación sin clausuras garantizadas”?

La economía es la determinación en última instancia en la interpretación básica/ortodoxa del marxismo. Stuart Hall se refiere entonces a la determinación de la economía sobre la política, pero sin una garantía final. La economía fundamenta las ideas que tenemos sobre la democracia, sin embargo, no es una determinación directa; pasa por la clase social, que es la determinación en última instancia y fundamenta quiénes somos. La clase social requiere una conciencia no-inmediata, es decir, requiere una mediación que implica que el sujeto que quiere llegar al conocimiento de sí, pasa por las conciencias de otros. Tal es la función del lenguaje, que se forma de signos (significantes) y significados: el conocimiento ya no tiene garantías que me digan quién soy yo y, por ende, toda lucha social no tiene un fundamento último.

2. ¿Por qué no pueden las ideologías volverse “materialmente efectivas a no ser que y hasta que pueda ser articulada al campo de fuerzas políticas y sociales y a las luchas entre las diferentes fuerzas que están en juego?¿Pueden serlo sólo presionando en el orden político?

No basta con una presión en el orden económico para conseguir un objetivo. Necesitan que la sociedad esté convencida también.

3. ¿Qué es la “uniacentualidad”? Es darle significado en una primera instancia al estar dentro de alguna clase. Para ejemplificar, se usa lo que decía Marx: si trabajo en una fábrica, por lo tanto soy proletario; debe haber un cambio de condición en la conciencia ¿por qué no sucede?

4. ¿Qué es la práctica de clausura? Según Marx, es el modo de interpretar lo único: el mejor modo de economía es el libre intercambio de mercancías.

El enfoque convencional de los medios de comunicación ‣ Bitácora de Lucía Luengas

Bitácora de la sesión del 22 de mayo de 2013. Texto estudiado: Stuart Hall, Sin garantías, Trayectorias y problemáticas en estudios culturales, Lima/Popayán/Bogotá/Quito, Envión, 2010, capítulos 6 y 7, pp.133-192. Versión de Lucía Luengas Pérez.

¿A qué se refiere el autor con “determinación sin clausuras garantizadas” y cómo pensar esto, sin una garantía final? Bajo cierta interpretación del marxismo, la economía es la que determina en última instancia todas las situaciones. En este caso la determinación económica en última instancia es básica/ortodoxa del marxismo. En cambio, Stuart Hall postula que no hay un fundamento inmediato de la movilización política, como lo era la “clase”. La parte económica fundamenta lo que se cree. La determinación de la economía no es una determinación directa.

Del marxismo clásico vendría la necesidad de filiación a algún partido a partir de la clase social. Importa ser proletario o burgués. Poseer o no medios de producción significa una acción de política. La conciencia de ser, sin embargo, requiere de una mediación que implica que el sujeto que desea comprenderse a sí mismo pasa por medio de las condiciones de otros, la mediación se da a través del lenguaje. El lenguaje entendido como significados y significantes (signos) y  no tiene garantías porque el significado estaba garantizado por la estructura económica.

¿Es posible que los diferentes actores sociales consigan sus objetivos tan sólo presionando en el orden económico? No basta con la presión en el orden económico, sino que es indispensable una presión en el orden político. Además ¿cómo pueden obtener sus objetivos los diferentes actores? Se requiere, que la sociedad se vuelva consciente de las múltiples demandas; según Hall, la sociedad debe estar de alguna manera convencida de las acciones de los grupos. En consecuencia, es indispensable la resignificación del modo en que nos concebimos a nosotros mismos. Esto se necesita hacer en términos prácticos.